Para desentrañar el enigma de mantener estos manjares argentinos en su óptima condición, uno debe adentrarse en las artes de la preservación con astucia y sagacidad. Los alfajores de maicena, con su dulce relleno y sedosa textura, son susceptibles al paso del tiempo y a la invasión de los elementos. Durabilidad intrínseca: Estos bocados celestiales no tienen la inmortalidad de los dioses; su frescura es efímera. En un santuario adecuadamente preparado —también conocido como contenedor hermético— estos dulces pueden mantener…