Permitidme desplegar ante vuestros ojos una tela de sabiduría sobre la lasaña, esa estratificada maravilla, pero con un giro temporal. Al prepararla anticipadamente y dejar reposar sus suculentas capas, se opera una metamorfosis culinaria; una alquimia de sabores y texturas que se intensifican al ser custodiados por el tiempo. Una Oda al Reposo El repose de la lasaña no es mera espera, sino una invitación a que sus componentes confluyan en un abrazo más íntimo. Las salsas, bechamel o ragú,…