Dentro del vasto reino de la culinaria, el acto de orquestar el agua y el arroz para alcanzar una sinfonía de textura y sabor merece un compás afinado. La búsqueda por el arroz impecable, ese que reposa en su gloria grano a grano, es una danza precisa entre elementos. Es aquí donde los números se desvanecen y nace un instinto casi alquímico. Para aquellos que anhelan instrucciones claras, un punto de partida podría ser esta relación primordial: por cada parte…