Adentrémonos en la inmensidad del caldero culinario, donde la alquimia de sabores da vida a una multitud de caldos, cada uno narrando la historia de su origen con su aroma y esencia. No pensemos en el caldo como un mero líquido caliente; considerémoslo un lienzo en blanco que, al ser tocado por el pincel de variados ingredientes, se transforma en una obra maestra repleta de texturas y matices. Primero, hablemos del bouillon, ese elixir de claridad cristalina originario de Francia,…