Ah, la pasta de canelones, ese lecho enrollado que se presta a ser lienzo de la gastronomía. Imaginemos por un momento que somos alquimistas culinarios, y nuestra mesa de laboratorio se engalana con ingredientes primigenios para dar vida al plato. Durum Wheat Semolina: no una simple harina, sino el polvo dorado que, al conjurarse con el líquido vital – el agua –, transmuta en láminas flexibles y resistentes. Huevos: son los emisarios de cohesión y riqueza, cuyas yemas pintan matices…