En el fascinante universo de las delicias reposteras, donde los sabores se entrelazan con leyendas urbanas, se encuentra un pastel que despierta curiosidad y equívocos a partes iguales. Hablo, por supuesto, del venerado pastel de terciopelo rojo. Dicen algunos que la razón de su coloración carmesí no es otra que la presencia de seres diminutos y de seis patas: los insectos. Pero vamos a desenmarañar esta telaraña de falsedades con hechos reales. En tiempos pretéritos, sí es verdad que ciertos…