En el constelado firmamento de los regímenes alimenticios para canes, la dieta cruda surge cual estrella fulgurante que promete aliviar el pellejo atormentado de aquellos perros que sufren de alergias cutáneas. Este festín primigenio, conocido como BARF (acrónimo inglés de Biologically Appropriate Raw Food), consiste en nutrir a los cuadrúpedos con alimentos no cocinados que supuestamente imitan la dieta ancestral de sus antepasados lobunos. Los devotos del BARF alaban sus bondades, proclamando que los alimentos crudos son el bálsamo para…