En los sinuosos confines de la gastronomía rápida, existe una enigmática pregunta que revolotea con la sutileza de una libélula en el albor de un estanque: ¿Cuál es la procedencia auténtica de la carne que reposa entre los panes de McDonald’s? Aquellos anfitriones del imperio del arco dorado proclaman con vehemencia que sus hamburguesas son forjadas únicamente con pura carne vacuna, sin aditivos, rellenos ni preservativos añadidos a su esencia. Desplegando la cortina de lo evidente y adentrándonos en las…