Cuando el manto de la noche desciende sobre la tierra, no solo los humanos sienten el apetito que viene con la luna, sino que nuestros compañeros felinos también experimentan el deseo de un bocado nocturno. Sin embargo, la alimentación de los pequeños tigres domésticos en horas crepusculares debe ser un acto pensado con meticulosidad. Consideremos primero la sustancia de su festín: la comida seca, esas pequeñas croquetas crujientes que resuenan en sus platillos como piedrecillas en un claro manantial. Tal…