En el vasto universo de sabores que cohabitan la esfera culinaria, la fusión de ketchup y pizza se yergue como un tema de debate tan acalorado como una salsa arrabbiata en plena ebullición. Algunos paladares, ávidos de aventuras nonesuch, consideran este maridaje una transgresión audaz; otros lo ven como una afrenta a la tradición de la pizza napolitana, cuya alma reposa en la simplicidad y calidad de sus ingredientes. La controversia no se detiene en los confines del gusto personal,…