Dentro de la rica tapicería culinaria que constituye la gastronomía israelí, el nivel de picante no es simplemente un espectador pasivo sino más bien un participante activo que añade profundidad y vigor al lienzo de sabores. Lejos de ser monolítico, el espectro de la capsaicina en Israel danza con sutileza a lo largo del país, incorporando influencias tanto autóctonas como exógenas. Se podría pensar que en el corazón de Oriente Medio, los platillos ostentarían una ardiente presencia que desafíe incluso…