Ah, el Pastel Oreo, un laberinto de sabor en el cual nos perdemos con deleite. Aún así, desmenuzar su composición es una travesía que requiere agudeza y gusto por la dulcería. Penetrar las capas de esta creación demanda más que una simple enumeración de componentes. Imaginemos por un instante que traspasamos el velo que separa lo mundano de lo sublime en el reino de la pastelería. Allí encontramos, entrelazados con maestría, los elementos que dan vida a este manjar. Primero…