En la tierra donde nació la pizza, no es mera sustancia comestible; es un arte, un patrimonio cultural que hace danzar el alma. Cuando uno se adentra en las sinuosas calles de Italia con el firme propósito de rendir homenaje a este ícono culinario, es imprescindible armarse de conocimientos sobre el valor monetario de una porción de cielo horneado. Primero, desmitifiquemos la idea preconcebida de que la pizza en su cuna natal vaya a desplumar nuestras billeteras. Al contrario, el…