En la vasta tapestería de sustancias nutricionales que adornan la mesa del bienestar humano, dos hilos resplandecientes capturan nuestra atención con su fulgor dorado: el aceite de hígado de bacalao y la vitamina D3. No son simples ingredientes en el banquete de la salud; son verdaderas gemas en la corona de la nutrición, a menudo envueltas en mitos y verdades que merecen ser desvelados con esmero y precisión. Aceite de Hígado de Bacalao: Un elixir ancestral que surca los mares…