Si Francia es un país tan hermoso, se lo debe a la diversidad de sus paisajes. Los campos del campo y los monumentos de las ciudades, las llanuras y las montañas, los bosques y las playas, la belleza bretona y la dulzura corsa. Pero el activo más hermoso de nuestro país es, sin duda, la Provenza. Ha inspirado a los más grandes pintores, desde Van Gogh a Matisse pasando por Cézanne, atrae a miles de turistas cada año y bordea el Mediterráneo con una suntuosidad sin igual. Aquellos que no tienen la suerte de ver la Provenza con sus propios ojos pueden experimentarla a través de sus excelentes vinos. ¡Nada mejor para comenzar nuestro Tour de Francia de las regiones!
El viñedo provenzal se extiende sobre casi 200 kilómetros en cuatro departamentos, de este a oeste: los Alpes Marítimos, los Alpes de Alta Provenza, el Var y las Bocas del Ródano. Su superficie es de 260 km², lo que le sitúa en la octava posición en la clasificación de viñedos franceses, justo después de Borgoña.
Si desea impresionar a sus amigos con una copa de rosado durante sus próximas vacaciones en Provenza, puede contarles sobre la geografía de la región. Como se muestra en este mapa, se divide en tres denominaciones principales: Coteaux d’Aix-en-Provence en verde, Coteaux Varois en Provenza en amarillo y finalmente la más grande, la denominación Côtes de Provence en púrpura.
Los enólogos provenzales tienen muchas ventajas. Se benefician de un clima mediterráneo ideal (seco, caluroso y muy regularmente soleado) y de un terruño variado, pero en general muy favorable para la planta de vid. Algunos podrían pensar que el mistral es malo para la viña, ¡al contrario! El mistral aporta frescor y al ser muy seco, actúa como baluarte contra las enfermedades de la vid ligadas a la humedad.
Un día sin vino es un día sin sol. (Dicho provenzal)
La región es conocida principalmente por sus vinos rosados, que representan alrededor del 70% de la producción (25% tintos y 5% blancos). Hay alrededor de 600 entidades que producen 185 millones de botellas. Dado que predominan los rosados, las variedades de uva más utilizadas son, por supuesto, las variedades tintas (ver nuestro artículo sobre vinificación de rosados).
Syrah
da vinos de color y ricos en taninos, que si son duros en los primeros años, tienden a envejecer muy bien.
El Carignan
muy cultivada en Provenza, aporta color y generosidad. Se usa con mayor frecuencia en ensamblajes.
El cinsault
aporta finura, frescura y fruta al vino, que lo diferencia de la potencia de otras variedades de uva.
El Mourvèdre
da vinos estructurados que destacan por la finura de los taninos. Sus aromas van hacia la mora y la violeta.
Garnacha
ofrece agradables aromas de frutos rojos que evolucionan con los años hacia notas más especiadas. Aporta potencia y plenitud al vino.
Cabernet Sauvignon
apenas está presente en la región y se utiliza principalmente para aportar la “estructura tánica” del rosado.
Entre los nombres más famosos, los aficionados aprecian la finca Trévallon. Durante más de cuarenta años, Eloi Dürrbach, cuyos padres enamorados de la Provenza habían comprado el dominio de Trévallon, ha ofrecido vino de alta calidad.
Château de Roquefort produce, con su cuvée Corail, uno de los mejores vinos rosados de Francia según RVF en 2014. Raimond de Villeneuve ha optado durante mucho tiempo por la agricultura ecológica basada en el trabajo de la tierra.
En los albores del verano, ahora tiene toda la información que necesita para elegir el vino de Provenza adecuado para degustar, con moderación, por supuesto, con sus amigos durante las vacaciones. ¡Aprovecha nuestra selección para pasar buenos momentos de degustación!
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