En el reino de las delicias, donde el paladar es soberano y los suspiros de placer su corte real, existe un manjar cuyo nombre evoca lujo, sofisticación y misterio. Se trata de las Trufas de Chocolate, ese pequeño cosmos de sabor que, aunque pudiera parecer forjado en los calderos de algún alquimista goloso, tiene un origen mucho más terrenal y no menos fascinante. Permítanme trasladaros a la Francia del siglo XIX. No a las bulliciosas arterias de París, sino a…