El vino blanco es una de las clasificaciones del vino que es elaborado a partir de la fermentación alcohólica del mosto de las uvas que pueden tener su color de piel negro o blanco. En el caso de que la piel de la uva sea de color negro, la elaboración del vino blanco no debe presentar la su pulpa coloreada e incluso separando los hollejos de la maceración. Como características de la elaboración de un buen vino blanco encontramos que, en muchos de los casos, ni el hollejo ni tampoco las semillas pueden llegar a tener contacto con el mosto mientras ocurre el proceso de fermentación. Siendo común e inclusive casi obligatoria la separación inmediata del mosto y del hollejo, dando como resultado que no dé el color ni la astringencia (taninos) que pueden llegar a contener las cepas tintas.
Pasos para elaborar o crear el vino blanco
Vendimia
Se puede llegar a resumir en un proceso muy general la elaboración de vinos blancos en los que puede abarcar el primer paso como la “Vendimia”, siendo su objetivo principal la recolección de las uvas que han alcanzado su punto óptimo de maduración, separando los racimos podridos o dañados, dando paso al traslado y desembarco en las bodegas correspondientes.
Despalillado
Como segundo paso para elaboración de vino blanco encontramos el “Despalillado”, que consiste principalmente en la separación de las uvas del resto del racimo (raspón). Esto nos permite estar seguros de que las ramas, hojas u otros elementos no alteren el sabor final del mosto.
Estrujado
Siguiendo con el proceso nos encontramos con el “Estrujado”, se procede a la extracción del mosto mediante la ruptura de los granos. Hay que tener especial cuidado en no excederse con la fuerza para evitar romper las pepitas que pueden llegar a agregar sabores no deseados.
Prensado
En el paso del “Prensado” para la fabricación de un vino blanco, se presiona la uva dentro de una máquina llamada “prensa”, este proceso tiene como principal objetivo extraer el mosto.
Maceración
La “Maceración” es uno de los pasos más importantes, ya que se debe dejar reposar los hollejos con el mosto, entre 12 y 16 horas con una temperatura de 16 grados centígrados. Dando como resultado el jugo de la uva que ha adquirido el color y entre otras características del fruto y su piel.
Desfangado
En este paso de la elaboración de vino blanco, se debe dejar en reposo durante cierto tiempo al mosto y esto dará paso a que las materias sólidas que terminen suspendidas sean eliminadas para obtener como resultado un mosto más limpio y una vez que llegue a la fermentación, también se obtendrán mejores aromas.
Fermentación
Talvez el procedimiento más delicado dentro de la fabricación del vino blanco sea la “fermentación”, ya que por medio de este el azúcar que se encuentra en el mosto se transforma en alcohol etílico por medio de la labor de las levaduras naturales encontradas en el hollejo de la uva. Se la realiza en contenedores de acero inoxidable de grandes dimensiones y a temperaturas bajas que van entre 14º C y 16º C, manteniendo la cadena de frío. Dependiendo la cantidad de tiempo que decidamos dejar actuar las levaduras obtendremos vino blanco dulce, vino blanco semidulce, vino blanco seco o semiseco (entre más tiempo actúen mayor será el azúcar que llegaran a consumir).
Trasiegos
Es uno los métodos a seguir para elaborar vino blanco, ya que es considerado una forma de limpiar el vino blanco de manera natural y consiste en separar el vino blanco limpio de los restos de sustancias sólidas y de levadura. Estos “lías» se asientan y acumulan al fondo de los recipientes.
Clarificación
Mediante este proceso añadimos clarificante al vino blanco, formando flóculos mayores que por acción de la gravedad salen a flote, gracias a cargas electrostáticas, las partículas en suspensión sé logran unir al clarificante. Siendo su principal objetivo eliminar sustancias no deseadas.
Estabilización por Frío
Se debe someter al vino blanco a temperaturas determinadas para que alcance el enfriamiento, como resultado se obtiene que las sales de ácido tartárico se precipiten. Este es considerado el principal ácido de la uva.
Filtrado
Es el proceso en el cual por medio de una fina membrana se logra eliminar los sedimentos en el vino, dando como resultado un vino blanco completamente limpio, transparente y listo para su embotellado.
Para finalizar el proceso de elaboración del vino blanco encontramos el “Embotellado”, el cual consiste en la introducción final del vino dentro de la botella, gracias a la botella el vino blanco logra que sus matices y aromas termines de asentarse, brindándole el equilibrio final, alcanzo su momento óptimo de consumo.
Características del vino blanco
Al ser el vino blanco un tipo de vino en el que se aparta el hollejo y la cáscara este obtendrá especificas características, logrando que se termine diferenciando tanto en sabor y olor.
Fermentación en virgen
Puede que su característica principal sea la “fermentación en virgen”, este un término utilizado dentro del mundo de la enología, que consiste básicamente en el cero contacto con los hollejos y cascara de la uva, que ya se ha explicado anteriormente en este post. Dando lugar a otra de las características del vino blanco más representativas, encontramos que durante su elaboración tiene muy poco contacto con la uva.
Nivel de claridad
El vino blanco obtendrá su nivel de claridad dependiendo de la madurez de las uvas, es decir, si la uva con la que se va a elaborar el vino es joven, el resultado será un vino blanco mucho más claro.
Temperatura de maceración
La temperatura a la que se macera el vino blanco en su proceso de elaboración oscila entre los 17 y 19 grados centígrados.
El vino Blanco puede llegar a obtener tonalidades amarillentas gracias a la oxidación y al tiempo, en función del nivel de maduración de la uva o inclusive del mismo vino en barricas una vez que este se haya terminado.
Equilibrio de sensaciones
Una de las características más destacadas del vino blanco es un equilibrio de sensaciones dentro de nuestra boca, producido por la estructura y volumen de las sustancias encontradas, donde se puede mencionar a las más importantes como la acidez, glicerina, azúcares residuales, entre otras.
Contacto nulo con la cáscara de la uva
Otra de las características más representativas del vino blanco es que se puede portar una cantidad limitada de taninos, en consecuencia, a su poco o nulo contacto con la cáscara de la uva, dando como efecto un vino blanco que no revela ninguna sensación de amargura en nuestra lengua, y se lo puede identificar que se encuentra entre “vino blanco seco” (escaso en azúcar o con un contenido inferior a 5 gramos por litro en azúcares residuales) y dulce.
La oxidación varia en todos los vinos, pero específicamente en los vinos blancos depende de su edad. Los vinos blancos añejos presentan ciertas tonalidades doradas y un aroma característico a caramelo.
Sabores del vino blanco
Se pueden llegar a encontrar entre los sabores afrutados más característicos del vino blanco a toques de cítricos, duraznos, nueces y frutas tropicales. También entre los aromas más diferenciales encontramos los varietales de mayor o menor intensidad, pero tanto sabor como aroma depende directamente del tipo de uva que se ha seleccionado para la elaboración final del vino blanco.
Propiedades y beneficios del vino blanco para nuestra la salud
El vino blanco como lo conocemos tiene varias propiedades entre las más comunes encontramos que es beneficiario para el corazón, ya que el consumo moderado de medidas controladas por parte de personas que padezcan diabetes puede llegar a reducir el riesgo cardio metabólico, previniendo de esta manera ataques al corazón, además de reducir la coagulación de la sangre.
Baja concentración química
Una de las propiedades no tan conocidas del vino blanco es que, gracias a su baja concentración química, ayuda a aliviar significativamente los síntomas de una resaca o un malestar en general, como son la náusea, irritabilidad, vomito, dolor abdominal, etc.
Combatir el envejecimiento
El consumo de vino blanco puede llegar incluso a combatir el envejecimiento, debido a la función antioxidante de sus compuestos que son conocimos como resveratrol, tirosol y el hidroxitirosol, encargados del envejecimiento natural y saludable.
Prevención de enfermedades del sistema respiratorio
El vino blanco puede llegar a prevenir los efectos negativos del cigarrillo y por ende, la posible aparición de ciertas enfermedades que pueden llegar a atacar al sistema respiratorio, todo esto gracias a que disminuye la fricción en los vasos linfáticos y sanguíneos, aumentando el impacto positivo del vino blanco en el endotelio.
Prevención de cáncer de mama y colon
Como propiedad del vino blanco se puede destacar la prevención de una posible detección de dos tipos de cáncer, el de mama y el de colon, gracias a la protección de las células que brinda el vino se impide el avance o propagación sobre todo del cáncer de mama. Esta propiedad es compartida también con el vino tinto.
Conciliar el sueño
A las personas que les cuesta conciliar el sueño, les alegrara saber que una de las propiedades del vino es que elimina casi por completo las interrupciones al momento de dormir y también incrementa las horas del denominado “sueño profundo”.
Proteger nuestro cerebro
Proteger nuestro cerebro, es una de las propiedades del vino blanco, debido a que, al efecto del ácido fenólico, está comprobado que protege y previene enfermedades neurodegenerativas, como la demencia y el Alzheimer.
buena receta ;-), llegue de casualidad a espacio, todo relacionado con fermentaciones, cocina me llama la atencion, hay que siempre seguir aprrendiendo.
saludos desde la europa del este